Sevilla, 12 de julio de 2018
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La Asociación Pro Derechos Humanos de Andalucía (APDHA), la Oficina por los Derechos Sociales, la Asociación Vecinal del Casco Norte “La Revuelta” y Mujeres Supervivientes denuncian las medidas adoptadas por el Ayuntamiento de Sevilla hacia las personas sin hogar que suelen estar en la plaza del Pumarejo de Sevilla.
En la Plaza del Pumarejo, de forma cronificada, se suele producir una importante concentración de ciudadanía en situación de extrema exclusión social, especialmente de personas sin hogar, debido a que en la zona se concentran gran parte de los recursos asistenciales dirigidos a este colectivo.
Tras las quejas de algunos vecinos y vecinas de la zona manifestando su malestar por problemáticas que de dicha situación se derivan, especialmente de limpieza viaria y de conflictividad que afecta a la convivencia, el Ayuntamiento de Sevilla ha procedido a apostar de forma permanente desde la mañana a la noche un patrullero de la policía local en la plaza. Asimismo ha anunciado su intención de sustituir parte de los actuales bancos por otros "antiindigentes".
Esto ha llevado a que los cuatro colectivos suscriban una declaración en la que recuerdan que el sinhogarismo es una de las formas de exclusión social más grave, en la que las personas que lo sufren quedan despojadas de sus derechos humanos esenciales, y cómo los estados de opinión del tipo “se haga lo que se haga, no va a servir de nada”, o los que responsabilizan y culpan a la persona pobre de su pobreza, o los que las asocian a la delincuencia fomentan la anestesia colectiva y desactivan la exigencia social que reclame políticas públicas activas y prioritarias.
Los colectivos sociales indican en su declaración cómo han fracasado las políticas asistencialistas, y aquéllas que se han basado en los equipamientos y no en las personas y cómo en los últimos años desde instituciones europeas, estatales y autonómicas se ha ido conformando el diseño de un nuevo paradigma de intervención social hacia estas personas.
A pesar de ello, los colectivos afirman que la literatura institucional lo aguanta todo, pero estamos en tiempos de una gran brecha ética producida entre lo que se dice y lo que luego se hace y que los acuerdos, programas y planes diseñados no están llegado a la vida real de las personas sin hogar.
Las cuatro entidades indican en su declaración cómo el Ayuntamiento de Sevilla iba en esa dirección, aprobaban el teórico anunciando intenciones correctas, pero suspendían el práctico ya que eran testimoniales, simbólicas y sin energía política que las priorizase.
Y de pronto, las medidas adoptadas en la plaza del Pumarejo suponen una absoluta involución, una regresión a formatos excluyentes, autoritarios y aporofóbicos
Para estos colectivos, que la respuesta a las personas sin hogar sean patrulleros policiales es indecente. Porque el alcalde de Sevilla decía no hace mucho que su política con respecto a las personas sin hogar era referente para las grandes ciudades españolas, pero con estas medidas, convirtiendo la plaza del Pumarejo en un puerto italiano, acaba de mutarla y se ha convertido en un referente para las políticas de la Liga Norte, el Frente Nacional francés y los gobiernos bávaro y húngaro.
El mensaje es demoledor: para el Ayuntamiento de Sevilla el problema son las personas pobres, no la pobreza. “La pobreza se criminaliza y se combare con patrulleros”. Además, la respuesta es costosa, el doble turno de patrulla permanente en la plaza cuesta más que experiencias exitosas del modelo “Housing First” que de forma piloto ha puesto en marcha con la Fundación Rais, por ejemplo. Aún más, la respuesta es absurda: el único objetivo que ha conseguido es dispersar la concentración de las criminalizadas personas sin hogar hacia las calles y plazas adyacentes.
Y por si fuera poco, el fanatismo reaccionario tiene su máxima expresión en el anuncio de sustituir los actuales bancos de la plaza por unos “antiindigentes”. Ese concepto de "banco antiindigente" es demencial, autoritario y deshumanizador, responde a la lógica de la concertina, fomenta la intolerancia y las conductas de odio hacia las personas pobres.
Los colectivos han solicitado la urgente retirada del operativo policial y el desistimiento de instalar los bancos, un plan de acción social urgente hacia el colectivo de personas al que han intentado dispersar policialmente y medidas estructurales como un Plan Director frente al Sinhogarismo con recursos y prioridad política.
De lo contrario, los colectivos plantearán denunciar los hechos ante instancias internacionales y una campaña de movilizaciones.
Asociación Vecinal La Revuelta del Casco Norte de Sevilla
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